2. Hay osos en el Kurdistan.

Risas, muchas risas nos hechamos en la frontera turca. Un par de horas esperando a que estampasen nuestra visa en el pasaporte, pero los funcionarios y policias de aduana nos trataron como a reyes. Tomando te, viendo por primera vez en internet al cantante turco de moda y discutiendo si el Galatasaray es mejor o no que el Fenerbache...Pero por fin terminamos con la burocracia y nos adentramos en el conflictivo Kurdistan turco...

como no, a pleno sol...

buscando la sombra tan dificil de encontrar por estas tierras..

Antiguamente en el pirineo navarro, la gente se buscaba la vida con el contrabando. Aqui, cerca de la frontera irani, como antiguas caravanas de camellos por la ruta de la seda, los contrabandistas cruzan las montañas con sus burros cargados de tabaco, y cosas mas pesadas y rentables como gasolina, ya que en Turquia un litro cuesta mas de dos euros.

Pero nosotros a lo nuestro, a devorar kilometros..

En estas aridas tierras, los oasis son las gasolineras. Son nuestras aliadas. Es increible la amabilidad de la gente kurda. Si, la misma gente kurda tan peligrosa que nos hacen ver los medios, que te paran en la carretera para darte un saludo, para estrecharte entre sus fuertes brazos, para darte el abrazo del oso y darte la bienvenida: "Sarchaba". 

Despues de unas clases de kurdo con nuestro buen amigo Masoud...

para nuestra sorpresa, la cena estaba servida y nosotros eramos sus invitados.

Pero la cosa no queda ahi, despues nos ofrecieron un lugar bastante mas acogedor que nuestra tienda con las duras esterillas. Empezabamos bien en el kurdistan, muy lejos de todo lo que habiamos escuchado, lejos de algunas advertencias que nos habian hecho en Iran que decian que eran carreteras y gentes peligrosas.

En realidad si que existe conflicto, y fuerte en las montañas cercanas a Irak. La presencia militar es palpable, helicopteros sobrevolando...

 

puestos de control y comboys militares. La gente e incluso los soldados, nos decian que si, que hay mucha tension en la zona, pero que no hay peligro para nosotros. 

Nos encontramos con otros dos "tipos peligrosos" que nos sacaron de una encerrona en forma de puerto de 20 kms y de una fuerte tormenta que se avecinaba.

Unas horas mas de pedaleo...

y en cada parada, en cada chai que nos "obligaban" a tomar, unas frases en kurdo: que tal? como te llamas? cuantos años tienes? cual es tu oficio? ...y la sonrisa se marca en su cara. Les encanta que te tomes la molestia de aprender, aunque sea un poco, parte de su lengua prohibida y perseguida durante años y que, en Turquia, todavia no esta reconocida.

Con esto y poco mas, y de nuevo estabamos sentados a la mesa, disfrutando de un pisto como el de tu abuela, de una ensalada de melon y sandia, y de la compañia.

Las gasolineras en el kurdistan son todo un mundillo. Siempre hay por lo menos 5 personas trabajando, en el cambio de turno se juntan para cenar todos juntos, al igual que a la hora del desayuno...como una familia. Tienen una habitacion preparada con cocina y literas para dar cobijo a camioneros y a vagamundos perdidos como nosotros. De nuevo: Eskerrik asko!

Un ultimo repecho...y ya estabamos en Van.