4. Hacia occidente.

Como no podia ser de otra manera, tuvimos que esperar 8 largas horas la llegada del ferry que nos acercara a Tatvan, en la otra orilla del lago, para asi ganarle al mapa 200 kms y romper un poco con la monotonia de la bicicleta.

Estas horas de espera la verdad que fueron de lo mas divertidas. Aqui conocimos a Manuel, un chico aleman de tan solo 19 años que llevaba varios meses danzando por el mundo y estos dos fichajes kurdos que entre vaciles, bromas y picotazos de abejas, nos hicieron pasar las horas entretenidas.

Solos en el ferry. Leyendo, durmiendo, paseando...lo unico que se puede hacer durante 4 horas de ferry. La noche se echo encima y la tripulacion, como viene siendo habitual en el Kurdistan, nos "obligo" a cenar con ellos. Una cena de lo mas elaborada, con çorba (sopa), ensalada y calderete!! Quieres mas? No por favor, ya basta! Si hombre si, come que estas muy flaco! jajajaja!!

Despues de la buena cena llega el momento de buscar txoko para dormir. Esta vez en el recinto de seguridad portuaria.

Ya vale de tanto comer y tanto dormir y a darle a los pedales. Para ariba y para abajo, nunca llaneando. Es una de las cosas malas que tiene rodar por el Kurdistan, que incluso a veces el molinillo se queda corto..

Es una tierra arida y seca, y mas a finales del verano, cuando todo esta cosechado. Es una tierra muy fria en invierno, donde estas carreteras se cubren de nieve, pero ahora el verano todavia pega fuerte, muy fuerte.

Hasta que encuentras una sombra ocupada, como diria nuestro buen amigo Asterix: "Una sombra ocupada por irreductibles kurdos que resisten todavia y siempre al invasor"

La poblacion kurda vive basicamente de la ganaderia... 

 

Y de la agricultura. Rodamos por plantaciones inmensas de cereal, todo cosechado, lo que hace que el paisaje no sea de lo mas motivador.

Aunque, como nunca te acostaras sin aprender una cosa mas, por primera vez en nuestra vida, vimos como es una plantacion de algodon.

La naturaleza es muy sabia, y de esto...

saldra esto...

Una de las cosas mas grandes cuando viajas en bici, es que vives de cerca la vida de la gente: como son sus casas, sus costumbres, de que viven... Los grandes momentos son los mas sencillos. El simple echo de dejarte invitar a un chai por una familia kurda, comunicarte por señas, signos, dibujos o miradas se convierte en lo mejor que te ha pasado en todo el dia.

Hacia mucho tiempo que la mula de koko no cojeaba. Se le habra salido una herradura? No, se le ha roto la parrilla. Pero no pasa nada. Asi como se opera de urgencia a los toreros en el mismo ruedo, sacamos nuestro botiquin de primeros auxilios y, como haria Mc Giver, con un par de tornillos y un chicle, todo solucionado.

Una buena ñapa en el momento es el mejor invento!!